
Conforme la nación ganaba nuevos territorios, esta se dividía sobre el asunto de esclavitud. Los estados del norte del país se oponían a la esclavitud de los afroamericanos y en muchos de ellos ya había sido abolida. Los estados del sur del país decían necesitar esclavos. La economía del norte creció industrialmente, mientras la del sur crecía sobre una base agrícola. A raíz de esta división de economía y políticas los estados del sur decidieron crear una nueva e independiente nación, propiciando el inicio de la guerra por parte de los estados del norte quienes no reconocieron el derecho de secesión. Después de la Guerra Civil entre los Estados Confederados (sur) y la Unión (norte), la esclavitud fue abolida en todo el territorio estadounidense.

Con el desplome de la Unión Soviética en 1991, los Estados Unidos se encontraron en la única superpotencia del mundo. Los Atentados del 11 de septiembre de 2001 quebraron todas esperanzas por un nuevo milenio apacible, y fueron la justificación por la Invasión de Afganistán de 2001 y la Guerra contra el terrorismo. La amenaza del terrorismo ha llegado a ser una gran fuerza en la política del país, y en 2003, formó en gran parte la justificación por la Invasión de Irak. El asunto dominante de la política actual sigue siendo la lucha entre las necesidades por la seguridad nacional y el mantenimiento del espionaje interno en la población a través de la controvertida ley "Patriot Act".